martes, 16 de noviembre de 2010
programación neurolingüística
La programación neurolingüística tiene sus orígenes en las investigaciones publicadas en 1973 por Richard Bandler y John Grinder, quienes sostenían que es posible cambiar o reprogramar esta estrategia o plantilla de pensamiento, si es que hay algo que la limite o para potenciar algún recurso, comportamiento o creencia, con el fin de mejorar la calidad de vida. A pesar de su relativa popularidad en los 70s, cuando se empezó a emplear en procesos diversos como el aprendizaje, el afrontamiento del estrés o la superación de fobias, la PNL ha sido ampliamente ignorada por los métodos convencionales de las ciencias sociales debido a la insuficiencia de evidencias para sustentar los modelos de Bandler y Grinder. Actualmente, es considerada por la mayoría de la comunidad científica como una pseudociencia mientras que por parte de esta es considerada como una herramienta de la psicología.
CONFIAR EN DIOS..EL AMOR QUE NO CAMBIA
Confiar en Dios es un paso hacia la solución de cualquier problema, porque la confianza nos da acceso al amor de Dios y éste es una fuerza armonizadora lo suficientemente poderosa para sanar cualquier situación adversa.
El amor de Dios expresado por medio de nosotros ve más allá de las apariencias externas de limitación al bien innato en todas las personas.
El amor de Dios es compasivo, sin embargo, es positivo y fuerte. No resiste la rivalidad ni la contienda, sino que las disuelve. El amor de Dios transforma el resentimiento y la insatisfacción en aprecio y reemplaza la crítica con la alabanza.
No hay situación sin armonía que la comprensión del amor de Dios no pueda ser útil.
Cuando las cosas a nuestro alrededor nos perturban, dirijámonos a Dios y al amor divino. Como Dios es parte de toda la creación, Él mora no sólo en nosotros sino también en nuestro medio ambiente, en nuestros alrededores y en las circunstancias de nuestras vidas.
Cuando tenemos el conocimiento y la comprensión del amor de Dios en nosotros y a nuestro alrededor, nuestro ambiente cambia. Nos vemos y vemos nuestro mundo por medio de ojos espirituales, ya no viendo desorden ni falta de armonía, sino reconociendo la paz y el amor divinos en las mentes y los corazones de todos. Y expresamos amor divino, cambiando nuestro mundo de lo que parece ser un mundo sin armonía, con duda y temor, a un mundo de fe, amor, felicidad y satisfacción.
El amor de Dios expresado por medio de nosotros ve más allá de las apariencias externas de limitación al bien innato en todas las personas.
El amor de Dios es compasivo, sin embargo, es positivo y fuerte. No resiste la rivalidad ni la contienda, sino que las disuelve. El amor de Dios transforma el resentimiento y la insatisfacción en aprecio y reemplaza la crítica con la alabanza.
No hay situación sin armonía que la comprensión del amor de Dios no pueda ser útil.
Cuando las cosas a nuestro alrededor nos perturban, dirijámonos a Dios y al amor divino. Como Dios es parte de toda la creación, Él mora no sólo en nosotros sino también en nuestro medio ambiente, en nuestros alrededores y en las circunstancias de nuestras vidas.
Cuando tenemos el conocimiento y la comprensión del amor de Dios en nosotros y a nuestro alrededor, nuestro ambiente cambia. Nos vemos y vemos nuestro mundo por medio de ojos espirituales, ya no viendo desorden ni falta de armonía, sino reconociendo la paz y el amor divinos en las mentes y los corazones de todos. Y expresamos amor divino, cambiando nuestro mundo de lo que parece ser un mundo sin armonía, con duda y temor, a un mundo de fe, amor, felicidad y satisfacción.
LA SOCIEDAD DE HOY
Para empezar, estamos viviendo un cambio social muy fuerte; de una sociedad industrial hemos pasado a una sociedad de servicios, y si en aquélla lo importante es producir (petróleo, energía, lo que sea) en ésta lo importante es servir, así que lo valorado es la persona en sí misma, la persona que ofrece ese servicio determinado. O sea, que educar en valores a una persona para que sea íntegra hoy día es más relevante que nunca, en definitiva, porque le vamos a hacer partícipe de una sociedad de la que además va a ser la protagonista. De hecho, en los procesos de selección de las multinacionales, por ejemplo, es tan importante que el futuro trabajador sepa mucho de lo que necesitan como que, a igualdad de conocimientos con otro, sea el más leal, quien ayuda al resto, colaborador, constante, etc.; es decir, que posea unos valores humanos positivos.
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